Una lectora del manual de interpretación de sueños Mas allá de los Velos de Morfeo me ha mandado este sueño para analizarlo, ya que, según me comenta, le faltan datos. Ha encontrado algunas claves para analizar su significado, pero otras no están. Aprovechamos su amable participación para añadir esas acepciones (péndulo y piano) al diccionario de sueños anexo que publicamos en redmilenaria.com.
Sueño de G.
Me acerco a un altar donde hay una talla de madera de Ganesh, un mini libro sobre buda, incienso y ofrendas a Ganesha. También hay una cajita de unos 4 cm de diámetro naranja con motivos árabes, donde guardo mi péndulo, (todo ese escenario es idéntico al de la realidad, tengo ese pequeño altar en casa). En el sueño oigo un ruido que podría ser el de una serpiente o de un animal peligroso, como un zzzzrrrrzrrrz. Es muy real. Mis gatos están por allí tranquilos. Me quedo mirando el altar y durante unos segundos no pasa nada, pero entonces la cajita de color naranja donde guardo el péndulo se mueve un poco. Observo desde cierta distancia medio espantada, medio expectante, más lo segundo que lo primero, y empieza a levantarse lentamente la tapa de la cajita. Espero que de ahí salga una serpiente, pero en vez de una serpiente asoma la cabeza un precioso búho, muy pequeño, parece muy joven. Me hace feliz verlo. Lo cojo muy amorosamente, me provoca un gran ternura y amor. Tiene unos ojazos, (¡claro, es que es un búho!) Al cogerlo me doy cuenta de que también tengo en la mano una nota en un pequeño papel cuadrado. Hay algo escrito a bolígrafo, parecen números y letras y líneas horizontales. Lo miro pero no lo leo, no consigo ver que lo que pone, creo que es porque no quiero saberlo. Mientras, el búho, que hasta el momento se había posado en el piano a mi izquierda, a la altura de mi espalda, desaparece. Alucino en colores. Durante unos minutos me quedo pensando si lo estoy soñando todo o no, y me doy cuenta de que no, de que es real, muy real. Al cabo de un momento conecto con el hecho de que estoy durmiendo y que posiblemente sí sea un sueño.
Se trata de un sueño con muchos símbolos y que, a mi entender, representan una experiencia iniciática velada que desea salir a la luz, pero que está oculta. En primer lugar un altar representa un lugar sagrado donde el Yo Superior, -el alma o el espíritu-, se conecta, desea establecer un diálogo, invitando a la personalidad mortal a tomarse un tiempo de reflexión, a utilizar su Yo más trascendente para elevarse. Además se trata de un altar que existe en la realidad material, por lo tanto, es un bien adquirido por la soñadora, es un potencial real.
Primero hay una mención a un libro, (conocimiento tangible) sobre Buda, asceta y sabio; ofrendas, (regalos, bienes, valores) a Ganesha, dios hindú con cabeza de elefante que representa la sabiduría y el conocimiento, (Hochmah y Binah para la Cábala); una cajita de 4cm, (4, número de la plenitud, Yod-He-Vav-He para la Cábala), de color naranja que representa la salud emocional y la alegría de vivir, (en su sueño se siente feliz, realizada, satisfecha de conectar con ese altar). Hay unas inscripciones árabes, (un idioma sagrado, y la soñadora es de nacionalidad española), y un péndulo, que puede representar las dudas que tiene acerca de una disposición que debe tomar; tiene el poder de decidir pero no se atreve, duda, (un péndulo oscila). Pero algo le llama la atención, un ruido que le advierte de un posible peligro, -algo que no ve, tiene que estar atenta- de lo que podría ser una serpiente o un animal peligroso, aunque sus gatos están cerca y no se inmutan. El gato es un animal que tiene como función transmutar las energías contrarias.
Pero siente más curiosidad que espanto, por lo que refleja de nuevo una indecisión, está a la expectativa de que algo ocurra, sabe que no es nada malo, pero no está segura de nada. Respecto a la serpiente, el símbolo descrito es en el libro editado Más allá de los velos de Morfeo, manual y diccionario de interpretación de sueños, aclara que se trata de un animal de poder que se asocia a los procesos de conocimientos elevados, siempre y cuando el individuo se atreva a enfrentarse a ello, a superarse, no tenga miedo a trascender. Pero en el sueño, no se define, puede que se trate de un animal peligroso, o sea que los instintos sigan campando a sus anchas y que “amenacen” la estabilidad emocional; tiene un valor espiritual o trascendente importante, (su altar), pero no lo está utilizando.
El hecho es que la soñadora espera una serpiente, su supraconciente desea que se utilice la sabiduría oculta, pero de la cajita asoma un pequeño y precioso búho que le despierta mucha ternura, se siente feliz sabiendo que posee esos tesoros de sabiduría en su interior. El búho es nix, la noche, lo que aún no se ve claro, lo que tiene que asumir y comprender porque hay un proceso que está emergiendo, que tiene que salir a la luz. Aquí vemos de nuevo un símbolo de conocimiento representado el búho, pero en una forma diferente a la serpiente, no se desliza, sino que vuela, expresa un despertar inmediato, hay luz en su interior, (destaca sus grandes ojos, que son las lámparas del alma). En la profundidad de sus tinieblas internas hay vida, creatividad que desea expresarse, un significado que la psique debe desentrañar. Además del buhito, tiene un papel en la mano con inscripciones, números, letras, líneas, todo por descifrar, pero en realidad no lo mira porque no le interesa; tiene la información a su alcance pero no la está viendo. El búho se posa en el piano, a la altura izquierda de su espalda y luego desaparece. La espalda simboliza el pasado, igual que la parte izquierda. Pero todo se esfuma, porque la soñadora hasta duda de si es real, o es un sueño, vuelve a vacilar de los mensajes de su inconsciente y supraconsciente tratan de mandarle.
En definitiva el mensaje de este entramado de imágenes oníricas podría significar que existe una situación que tiene que resolverse, unas dudas respecto a una decisión que debe tomar y que afectan su vida en profundidad, de un modo determinante. Su existencia está plagada de mensajes relacionados con sus deseos de cambio, de transmutación, (las serpientes mudan toda su piel). Posee elementos, referencias, información, recursos de sobras para sacar sus conclusiones, para saber qué debe o no hacer, pero se le escapan por falta de atención o por no inspeccionarla con detenimiento. No se fía de su intuición o de si va a ser certera, pero lo cierto es que en cuanto medite, en cuanto busque en su interior, las respuestas aparecerán porque todo está mucho más claro de lo que se imagina, solo tiene que meditar acerca de lo que la vida en estos momentos le está tratando de enseñar.
Ignoro si las conclusiones a las que llegó G., van en este sentido, ya que nadie mejor que ella podrá interpretar los símbolos de sus sueños. Pero siempre puede dejar sus comentarios para ilustrarnos.