Los sueños nos tienen entretenidos a diario a lo largo de toda nuestra vida. Vivimos en el mundo onírico cada día durante los ciclos en que nuestra psique se sumerge en la quietud de las ondas cerebrales que nos proporcionan imágenes, sensaciones, vivencias de las que somos poco conscientes, (a menos que se trate de un sueño lúcido), y que sin embargo son reales en esa dimensión. Por regla general no escogemos qué queremos soñar, (aunque hay personas muy entrenadas que lo consiguen), y siendo guionistas, productores, protagonistas de nuestros sueños, nos perdemos su sentido por falta de consciencia, de información, de análisis. Se suele decir que sin agua y sin sal la vida no es posible; sin dormir y soñar tampoco.
Hay actitudes que determinan nuestra existencia, información metida en las diferentes capas de nuestra psique, mucha de la cual somos incapaces de dominar o de comprender. Pero lo que sí sabemos es que, como vivamos las experiencias, así serán muchas de nuestras acciones y consecuencias. En una serie de artículos describí el procesos de los sueños: Los Sueños, esa otra dimensión
Los sueños son una excelente fuente de información, una enseñanza de alto nivel; entenderlos y descifrarlos es la clave para conectar la mente mágica con la realidad de nuestra vida cotidiana.
Para más información: La Alquimia, el Poder del pensamiento “Cómo desarrollar una Mente Mágica"
Kabaleb, en la Interpretación profunda de Génesis y a propósito del sueño de Jacob, (Génesis XVIII, 12) decía:
Nuestro Yo en el Mundo de los Deseos se encuentra en periodo de formación y en ciertos individuos está más desarrollado que en otros. Una de las muchas cosas que aprende es el lenguaje de los símbolos. En un primer tiempo, es el aprendiz; en cuanto se ha metido ese lenguaje dentro, le viene la comprensión de inmediato de cualquier símbolo, y en la vida social puede actuar como intérprete de los sueños o del simbolismo que encierran los sucesos diarios. En un tercer estadio es capaz de proyectar imágenes sobre los interlocutores, y si éstos están despiertos, y no dormidos como Jacob, perciben esas imágenes y proyectan a su vez las suyas al interlocutor, alcanzando así un perfecto nivel de comunicación. Estar dormido o estar despierto en el Mundo de los Deseos es, sencillamente, ser pasivo o activo. La mayor parte de los humanos, en el actual periodo evolutivo, están dormidos en ese Mundo, y allí los vemos flotando como boyas en el mar. A esas personas las jerarquías activas en ese Mundo inoculan en sus cuerpos conocimientos inherentes a la dinámica del Mundo del Deseo y las psiques las asimilan, de igual modo que asimilan el suero los enfermos en estado letárgico, alimentados por sondas. Los síntomas del despertar se notan cuando la persona empieza a recordar los sueños; es decir, empieza a recordar lo que ha ocurrido mientras estaba en estado letárgico. El despertar es total cuando la persona no se contenta con recordar las escenas simbólicas que ha soñado, sino que quiere saber su significado y va en busca de un oniromántico para que se lo explique y poco a poco se va dando cuenta de que la ciencia de la interpretación de los sueños está en él y que no necesita a nadie más.
En mi manual de Interpretación de Sueños, Más allá de los velos de Morfeo, (Ed. Red Milenaria 2016), aparte de describir los diferentes procesos del sueño o el diccionario de símbolos que pueden ayudarnos a descifrar las imágenes oníricas, incluyo ejemplos de sueños y su interpretación.
Una compañera de clase de Letras Hebraicas en Cábala, Nelka, me escribió muy entusiasmada describiéndome su sueño después de trabajar la Letra o estado de conciencia, Daleth, (4). Me pareció tan significativo, tan simbólico que con su permiso transcribo su mensaje, el relato onírico y mi particular interpretación.
Mi sueño comienza en una clase, en un sitio abierto. Esta aula (por llamarle de alguna manera) estaba bajo el cielo en una montaña. Éramos tantossss...¡lo escribo y me emociono!
.- Una clase, un aula representa un lugar de la psique destinado a recrear al ambiente necesario para aprender alguna cosa, para estar atenta. Está abierta, por lo que la mente de esta persona está abierta, bajo el cielo, (espíritu), es decir se siente libre de aprender, sin condicionantes y en una montaña, que simboliza el ascenso de su espíritu. Son muchas personas las que están allí, el mensaje es que hay mucha información para descubrir de sí misma. (Los sueños casi siempre se refieren a uno mismo, hablan al soñador aunque aparezcan diferentes personajes de la realidad cotidiana).
Tú, Milena, nuestra facilitadora, estabas ahí compartiendo con nosotros. Aunque veía a muchos compañeros, no hacia falta micrófono ni nada, simplemente charlabas y todos oíamos. Aquel lugar me gusto tanto! Fíjate, era abierto en medio de la naturaleza y podían acompañarnos seres queridos, aunque no participaban en la clase, estaban por ahí, tranquilos, caminando. Yo percibía una libertad estupenda.
Percibí esto porque P…, mi pareja también me acompañaba. Él estaba por ahí entre las personas.
.-Yo, (Milena, la facilitadora), represento un avatar, un modelo que ha penetrado en la psique, que insufla al espíritu el sentido de la espiritualidad creciente y activo, (Nelka asiste al aula virtual cada semana), y por ello yo estoy en su sueño, soy una referencia del trabajo que su psique, su alma está realizando. Pero lo que posee o aprende está destinado a ser expresado porque no hacen falta micrófonos, se oye el mensaje alto y claro, las tendencias que forman el conjunto de su pueblo mental y espiritual escuchan con claridad sin subterfugios el mensaje que les transmite. Viva, abierta, libre en esa dimensión; insiste en que el lugar le gusta, es en la naturaleza, por lo que su psique no está condicionada y se siente rodeada de seres queridos, su pareja también la acompaña y aunque no participa, la armonía reina allí y ese lugar de la psique es un remanso de paz. Le da la tranquilidad de ser apoyada en su decisión de aprender, de cambiar estructuras o lo que sea que esté activo en su vida respecto a los mensajes del sueño. Sus tendencias activas y pasivas, masculino y femenino están aparentemente equilibradas.
Empezábamos la clase con una especie de ejercicio, es mi interpretación.
Se comenzaba diciendo cada uno su nombre ¿hebreo? o ¿nombre espiritual? o ¿es lo mismo?, no lo sé, sé que lo leíamos. Pero no percibía que fuera leer nuestro nombre y luego su traducción. Sino nuestro nombre. Todos podíamos ver la lista de aquellos nombres, teníamos que repetir el nuestro, Milena, era tan larga la lista, eran tantos compañeros que lo hacíamos como con un orden. Yo -hasta en sueños- despistada, no identificaba mi nombre. Pero teníamos nuestros apuntes, (estos papeles eran de un papel antiguo, eran como viejitos) ahí también lo tenia escrito y una compañera a mi lado, muy calmada me dijo: Ahí está, mira bien!!...entonces lo leí, para mi pesar lo he olvidado. Justo al despertar pensaba, ¿como era? pero qué va, no lo recuerdo.
Cuando se trata de empezar los ejercicios de la clase, de concretar, Nelka se pierde un poco, hay un desequilibrio entre su mente activa y las aspiraciones espirituales, evoca un nombre sagrado, que es su nombre, o no lo es, al final sí lo es… vemos en ello el sello del desconcierto. Una cosa es el impulso de realizar algo nuevo, de escalar, otra de saber llevarlo a la práctica. Su psique le habla en un idioma que no conoce, no sabe si es hebreo o tal vez sí. Lo cierto es que en la mayoría de casos la información que se maneja en el mundo de Morfeo llega en forma de códigos que son precisamente los que esta persona trabaja en clase. Recitan todos unos nombres, sabe cuál es el suyo, pero lo olvida. Las tendencias adyacentes le ayudan, una chica, su parte interior e inconsciente le enseña lo que busca. Es decir la contradicción aparece, la dispersión o despiste, tal y como lo menciona la hace dudar. ¿Qué responsabilidad estoy adquiriendo?, podría ser el mensaje. Así lo incierto de sus decisiones se manifiestan, (¿respecto a una medida que debe tomar y que es importante para su desarrollo personal?). El pasado está ahí, presente, tiene apuntes en un papel antiguo; sabe que debe tomar las riendas, pero en lo que se compromete un día puede que lo olvide al siguiente.
En medio de aquella clase, la gente participaba, pero hubo un momento que alguien vino a comentar algo acerca de un tema que hablabas (no recuerdo exactamente el tema). Esta persona no estaba en la clase, era como si viniera con otra persona y dijo algo, proponía que lo que decías se contradecía con algo que habías dicho en el pasado. Tú te sentiste afectada, porque no fuera un error sino una mala interpretación de la información que compartiste. Al ver esa mala interpretación de tus palabras, le invitaste a entrar al grupo de estudio. Era como tratar de conciliar aquello, al entrar esta persona trajo como unas ofrendas, eran unas bandejas de alimentos y flores para colocar en la mesa...era una mesa...muy grande jajaja claro, eran muchos!
Esta escena parece corroborar lo que apunta el sueño: la gente participa, por lo que mayoritariamente las tendencias internas que pugnan por operar desde lo alto se comprometen todas al unísono. Todo parece estar bien dispuesto, pero surge una voz discordante, alguien participa, -y no viene solo-, no asiste a las clases, pero pone en jaque la claridad de tus intenciones, mi avatar se siente afectado por haber dado una información que parece contradecirse.
¿Qué te preocupa de esos cambios que pretendes realizar, o esa decisión, o el cambio de ideas, de rumbo que se dibuja? ¿qué no sean aceptados? ¿qué no seas capaz de ser fiel a tus ideales?.
Cuando la vida nos propone ciertos cambios de mentalidad o avances, nos pone a prueba y las actitudes del pasado las tendencias están justo ahí para hacernos avanzar y con ello se prestan a desmontar la “trama” los planes de esa libertad de acción. Esa libertad de tu espíritu que se siente tan bien rodeada de compañeros en una clase bajo un cielo en lo alto de una montaña va a tener que aceptar que hay “algo o alguien” que te va a ayudar a replantearte las cosas, aunque sea de forma incómoda o derrumbando ciertos valores antiguos.
La lucha entre las antiguas tendencias y las nuevas se enfrentan, aunque la conciliación parece imponerse, le invitas a participar en el grupo, (mi avatar, tu espíritu, la invita), y esa persona-tendencia discordante viene con ofrendas que representan el alimento espiritual y bellos deseos, simbolizado por las flores. El componente de la gran mesa es la de la reunificación de todo el pueblo interno que acaba por aceptar que hay resistencias, que surgen dudas, que hay luchas cuando hay que tomar decisiones…, pero que todos han decidido armonizarse para permitirte el cambio…
Pero a partir del momento que esa persona entró, empezó a venir desde la parte alta de la montaña un derrumbe, empezaron a caer cosas y hubo gente que quedo sepultada! Yo en un momento quise caminar y me decían hazlo con cuidado, algunos han quedado sepultados, todos empezamos a ayudar para reorganizar todo.
Pero las cosas no son como parecen y cuando una nueva tendencia tiene que abrirse paso en la psique hacia un estado superior no se pueden omitir las resistencias, haciendo como si nada pasara. No se trata de aceptar la discordia porque enfrentarse es doloroso sino que hay que destronar lo que no cabe en la nueva personalidad. Si aceptas las “ofrendas”, si metes al enemigo en casa, nunca sabes si va a liártela y las tendencias inexpertas que buscan la luz, (en la clase al aire libre, en la montaña en tu sueño), pueden confundirse. Este es, a mi entender, el mensaje que nos confirma la siguiente escena cuando dices que desde que entró la persona que plantea dudas, el derrumbe de la montaña sepulta a la gente, (tendencias que ya no sirven), y tu afán es ayudar a reestructurar, (palabra que sale 5 veces en el relato del sueño).
Las partes caóticas de la personalidad no pueden subir a la montaña y sembrar la duda o imponer su criterio. No es posible, no aguantaría, de la misma manera que la oscuridad no tiene nada que hacer ante la luz. Está claro que se trata de abrir paso a una nueva personalidad relacionada con una apertura espiritual, (el sueño te llega en relación a la lengua sagrada que estás estudiando y que sale en el sueño, y Daleth es la 4ª letra del alfabeto sagrado, una puerta de oportunidad y abundancia).
Hubo un momento donde una persona se me acercó por detrás y me dijo: ¿ Pero tú crees que a estas alturas del 2012 o 13 van a reestructurar cosas? Yo sin dudar me giré y le dije: Sí! Sin duda! aquello que hay que reestructurar, hay que reestructurarlo y solo necesito luz para mirar y hacerlo, ya que si no lo he hecho antes es porque no lo veía. Al terminar de decir esto, esa persona, desapareció.
Pero las tendencias resistentes al cambio, (se acerca alguien por detrás, el pasado), te siguen cuestionando aún para ponerte a prueba porque tu sueño es en el 2014 y sin embargo las “dudas” de “alguien” que está detrás de ti surgen del 2012 o 2013. Pero tú te enfrentas, te giras y afirmas que sí, que necesitas luz para hacerlo, claridad, y que si no lo habías hecho antes es porque no lo tenías claro. La luz también simboliza acción y se trata de que te muevas para alcanzar esta reestructuración. Ahora que lo tienes claro, ya sabes lo que hay que hacer, estás en el buen camino, diría yo, porque en cuanto afirmas la tendencia-persona del pasado desaparece de inmediato.
En aquel momento no me sentía mal o triste por todo lo que pasaba, aquella gente sepultada. Porque yo escuchaba una voz que decía: Solo hay que reestructurarlo, hay que reestructurar, eso es todo. Entonces yo tenía la confianza de que aquello que ocurría tenía una razón de ser, profundamente sabía que al reorganizarlo todo, todo se armonizaría.
La personalidad ante tal panorama, (la gente sepultada), no se siente mal o triste porque sabe que el camino de la iniciación que le brinda el mensaje del sueño es lo que busca su Yo Superior, que es esa voz que escucha diciéndole que hay que reestructurarlo todo y la confianza en que las cosas ocurren por alguna razón la apacigua. Sabe que ese cambio interior no tiene vuelta atrás, lo que está sepultado, descanse en paz, pero ya no puede volver.
Y yo me llenaba de aquellas palabras que no se de donde venían. Imagino que de mi interior, me sentía llena de una energía y un animo....uffff y yo decía a la gente, no pasa nada, esto pasa para que podamos reestructurar, reorganizarlo todo.
Yo pasé todo el día con una energía, Milena, un ánimo, una alegría interior!! no sé como decirlo. Mi día fue estupendo. Pero no hablo de perfecciones hablo de mi interior.
Es mi sueño y me apetecía mucho compartirlo, porque la energía de la clase del martes, la energía de ese conocimiento, tu energía llenó cada una de mis células y luego.... a viajar!! Daleth me abrió una puerta!! Gracias a todos mis compañeros!
Ya me dirás que te parece!
Nelka
No me extraña que esta persona sintiese una energía desbordante a lo largo de todo el día, ya que el final del sueño es de conciliación total. Las palabras que son proyecciones del soplo de vida y que en Cábala asociamos a la letra He, la que le sigue a Daleth, es la fuerza que da la vida, que llena sus receptáculos internos e insuflan ánimos a todo su pueblo interior, alegría porque sabe que su psique, con los valores que está adquiriendo, está reorganizándolo todo. Con todo ello, el propósito de su vida va seguro hacia el éxito.
Quiero agradecer a Nelka la oportunidad de compartir y analizar ese gran sueño iniciático desde mi particular visión. Que se ajuste o no a lo que la soñadora ha experimentado ya no está en mis manos. Nadie mejor que uno mismo para saber qué pretenden decirnos las imágenes oníricas.
Kabaleb nos lo expresa en tales términos:
El sueño es un diálogo entre las jerarquías activas en el Mundo de los Deseos o de Creaciones y nuestra personalidad en ese mundo. Allí no hay palabras, sino imágenes vivas, que van apareciendo a medida que avanza el diálogo.
Cuando termine esta cuarta Ronda del cuarto Día de la Creación, (periodo en el que vivimos) el lenguaje por el que se entenderá la humanidad será el de los sueños. Desaparecerán las lenguas divisorias y todos nos expresaremos mediante imágenes vivas. Por ello, más vale que vayamos aprendiendo el lenguaje de los sueños, ya que de otra forma, nos costará entendernos con el prójimo. Es la lengua de los símbolos un idioma oculto puesto que detrás de cada palabra aparece un significado que la transciende, como cuando se dice que un personaje subió a la montaña, dando a entender con ello que se elevó a altos niveles de espiritualidad. La lengua de los símbolos se oculta detrás de cada pequeño acontecimiento de nuestra vida ordinaria que tiene un significado que debemos interpretar.
Nos obstante sabemos que el idioma onírico es muy amplio y no tiene reglas fijas, aunque se basa en arquetipos que nos sirven de gran ayuda y guía. Una imagen no significa siempre lo mismo para todo el mundo, su significado suele tener relación con el contexto humano de la persona. El análisis que facilitamos aquí es un simple ejemplo ya que al no conocer los datos de la vida de la persona, solo podemos analizar la simbología de las escenas de una forma evidentemente objetiva. Si decimos que una montaña puede significar el ascenso a altos niveles de conocimiento, también podría referirse a que se nos presenta una tarea colosal, abrumadora tal vez, que va a necesitar toda nuestra voluntad, esfuerzo y tesón para superarla, y que deberemos poner en alerta todos los mecanismos interiores disponibles; y también referirse a que no nos quedemos en el valle, en la franja de comodidad, sino que debemos movernos, escalar, elevarnos a una mayor altura moral.
A menudo, como sugiere Kabaleb, no nos interesa entender lo que nos dicen los sueños porque si lo entendiéramos tendríamos que rectificar nuestra conducta y eso es precisamente lo que menos nos gusta hacer.