Gula
Más allá del atraco de comida o bebida, esta es una transgresión muy común en nuestra sociedad: es Júpiter excediéndose en sus atributos.
La Gula es una transgresión jupiteriana que genera un exceso de protagonismo del planeta Júpiter en un Horóscopo.
En un principio, la Gula se identificaba como un exageración de ingesta de alimentos porque tal era el propósito: abastecerse en demasía para cubrir las necesidades básicas; y aunque se supone que hemos avanzado en ese sentido, sigue habiendo mucha hambruna en el mundo y sigue habiendo mucha gula.
Definición de Gula
Pero vamos a definir este trastorno: La gula, que viene del latín gluttiere, significa tragar y se considera un apetito excesivo de comida y bebida. Es el glotón insaciable. Pero a día de hoy hemos ampliado considerablemente este calificativo, y podemos entender que un glotón también es el consumista empedernido que desea aprovechar, atesorar, gastar desaforadamente. Vemos que, igual de Venus, Júpiter se sitúa en la Columna de la Derecha en el Árbol Cabalístico y su Centro es Hesed. Si analizamos los atributos de este Sephirah veremos que corresponden a la Clemencia y la Bondad, pero los excesos de los deseos que genera activan los mecanismos contrarios. Por lo tanto querer poseer y atesorar en lo social, profesional, material, comerse el oxígeno de los demás, son aspectos que también se identifican como Gula.
Las funciones de Júpiter
Kabaleb nos dice que la función de Júpiter consiste en sacar el máximo provecho del escenario natural legado por Saturno-Binah. Por lo tanto, Júpiter debe dinamizar ese legado, ponerlo en marcha, abonar la tierra saturnina para que los terrenos de cultivo den hermosos y cuantiosos frutos. Recordemos que Júpiter amplifica todo lo que le cae bajo la mano, tanto lo mejor, como lo peor, por lo tanto el glotón no tendrá límite y siempre querrá más. Pero si la glotonería se apodera de la personalidad, al final producirá vómitos porque cuando acumulas demasiado la vida acaba por hacerte entender las cosas con el “al revés te lo digo para que me entiendas”.
Si Júpiter se comporta de forma “natural”, realizará la función que le corresponde, dar las oportunidades necesarias para que el poder, la abundancia, la generosidad, el liderazgo, el carisma, la honradez y la bondad sean las cualidades que permitan triunfar y aprovechar al máximo los recursos. Júpiter rige el hígado y la circulación arterial, y bien sabemos que cuando se cometen abusos, este es el órgano que más lo va a padecer.
Tal y como lo comentamos en el artículo anterior acerca de Venus, no vayamos a buscar los aspectos más divergentes para ver si Júpiter nos propone el guión de la Gula. Al contrario, en este caso, muy probablemente un Júpiter demasiado “bonifacio” puede confundir la personalidad y generar excesos. Quien es glotón, sea en comida, bebida, consumismo o necesidad de poder o notoriedad, es quien, en realidad, teme faltar de lo que quiere atesorar y es cuando conviene analizar dónde se generó la glotonería, qué clase de escasez fue lo que la provocó. No podemos definir todo ello en un simple artículo, pero la reflexión se convierte en toma de conciencia.
El culto al glotón
Kabaleb puntualiza que el glotón actúa de una forma más sutil e imperceptible en el dominio puramente mental, no es tan evidente como el que se zampa los bollos a pares. Hay quien busca sistemáticamente que lo escuchen, aquel que solicita atención tocándote repetidas veces el brazo en la conversación; quien te tiene horas al teléfono explicándote su vida sin pensar que te está quitando tiempo; quien te chantajea emocionalmente porque sin ti no puede vivir; o quien te dice que te va a resolver la vida con sus buenísimos consejos, y te hace adicto a sus dogmas, religiosos, políticos, sociales, científicos o culturales; en palabras de Kabaleb, es el glotón que institucionaliza, sacraliza sus argumentos.
Cuando se rinde culto al glotón de turno, al que tiene más poder, el que capta las masas para alimentar su ego inferior, no al Carpanta que busca atracarse de pan y chorizo, a ese nadie le presta atención, sino al que se convierte en omnipresente y te cautiva con sus medios, a ese hay que mantenerlo bien lejos. Los medios de comunicación, las series de televisión que enganchan al personal, ejercen de glotones oficializados. Así pues vemos que la Gula está mucho más presente en nuestra sociedad de lo que imaginamos y es, como muy certeramente expresa Kabaleb, el “pecado” responsable de ese caos social en el que estamos inmersos.
La Gula es un desbordamiento de la individualidad que afecta la colectividad. Cuantos más golosos hay, más se justifican sus despropósitos y crece la adicción. Solo la comprensión de sus efectos permite corregirla y para ello tendremos que alzar la vista hacia el Centro de Vida Superior en el Árbol de la Cábala: Hochmah que es Sabiduría y Amor.