La Numerología es una ciencia muy antigua. Su origen se remonta a la civilización babilónica, fenicia y hebrea. Pitágoras, filósofo y matemático griego, (580-520 a.C.) fue el primero que elaboró una teoría científica según la cual los números regían en todo lo creado y tenían gran influencia en la vida de la naturaleza y de los hombres. Afirmaba que el orden numerológico es lo que daba forma a la materia y que los números impares poseían características masculinas y positivas, es decir con un potencial activo de exteriorización, y los pares características femeninas y negativas y un potencial pasivo de interiorización.
Además decía que si el tiempo está compuesto por números, igual que el movimiento y la acción, estos valores son los que distribuyen las virtudes a todas las cosas. Sus estudios fueron cuantiosos, reveladores, ya que descubría la virtud oculta y cósmica de los números que componen cualquier nombre o palabra.
Platón, (427 a.C.) alababa tanto los números que creía que sin ellos la filosofía no tenía sentido. Decía que los números poseen una vibración particular y su influencia se extiende a varios campos como son las emociones, las ideas, el sentido espiritual de la vida y la experiencia material de las cosas.
La Numerología o Gematría que es como se define esta ciencia en el estudio cabalístico, nos revela otras virtudes y aplicaciones respecto a la conversión de las letras en cifras y su significado. Sin embargo, el progresivo deterioro de esta ciencia se debe a la mala interpretación o al uso que se le ha dado, siendo que la Numerología ha terminado por ser un lenguaje basado más en el sentimiento popular, que en el estudio científico.
La Gematría parte de un razonamiento ecuacional, gracias al cual resolvemos las incógnitas de la organización del universo. Como decía un maestro esoterista, Eliphas Lévi:
Son las matemáticas del pensamiento humano, el álgebra de la fe, que resuelve con sus ecuaciones todos los problemas del alma, despejando incógnitas, dando a las ideas sencillez, rigurosa exactitud a los números; sus resultados son para la mente la infalibilidad y la paz profunda para el corazón.
La Gematría estudia los valores numéricos de las 22 letras del alfabeto hebraico. Consiste en reemplazar las letras de una palabra o de una frase por su valor numérico para adicionar y obtener un valor total que se asocia a otra palabra con el mismo valor. Las palabras con este mismo valor numérico guardan una relación entre sí. El cabalista busca entonces el significado profundo y oculto detrás de cada palabra.
La Numerología cabalística también se relaciona con el Árbol Cabalístico y sus 10 Sephiroth. Las 22 Letras o Authiots y los Sephiroth son arquetipos, energías vivas con las que establecen correspondencias. Cada nombre o palabra y número posee una vibración y al relacionarse con otros valores representan una forma o idea en común, una energía presente, variable y comunicativa. Cada número es un paquete de información, como nos diría ahora la moderna física cuántica y lleva inscrito en su código genético una determinada vibración, a imagen y semejanza de toda fuerza viva de la creación. Se trata de una energía infinita, tal y como son infinitos los números. Es como un mapa de orientación personal, plagado de códigos numéricos, al igual que las moléculas de nuestro ADN que se componen de secuencias numéricas. Tenemos 23 cromosomas del padre y de la madre que producen 3 mil millones de células. 2+3=5, que es el número de la producción de la vida, (5º Sephirah, Gueburah en el Árbol de la Vida, y 5ª letra HE, potencial de la creación).
La materia está compuesta de campos cuánticos y éstos se miden en paquetes numéricos. Nos explican las teorías cuánticas (Dr. Dieter Broers) que el cosmos se expande en 12 dimensiones en distintos grados de organización numérica. Que la conciencia personal implementa paralelamente a la resonancia Shuman, (proceso solar) ahora está en 8 a 13 htz. Que las energías que recibimos y emitimos se miden en radiofrecuencias cuánticas, o sea en paquetes de información numérica, y un largo etcétera que nos demuestra que los números y su estudio nos abren al macro y micro universo.
Sin embargo, además del aprendizaje de ciertos códigos, el estudio numerológico requiere desarrollar la parte intuitiva a fin de que la mecánica y la magia se fundan en un mismo propósito. Nos descubre una parte importante de nuestro potencial y las tendencias, el carácter y los dones que tenemos. Nos ayuda a comprender mejor el porqué de nuestras limitaciones y a crecer interiormente.
La Numerología se sirve del símbolo, porque el símbolo nos acerca a la dimensión oculta de otras realidades que nos cuesta visionar y reconocer. El número es abstracto y concreto, es la base del fundamento de las matemáticas pero también es la expresión energética y viva de todo lo creado. Los antiguos textos sagrados nos hablan de números. Tenemos ejemplos en la Biblia, donde se repiten muchas secuencias numéricas, pero también en el Corán, el Talmud y otros textos hindues, budistas, están repletos de citas numerológicas que contienen secretos significados.