Los Genios, los planetas, los signos, un auténtico tratado que nos descubre muchas de las facetas y dones ocultos de nuestra personalidad.
Los Genios de la Cábala y su aplicación en la Astrología Cabalística
Después de definir en el anterior artículo Energía Angélica en nuestro interior como los Genios influyen en nuestros procesos internos, podremos conectar con los diferentes estados de conciencia y entender que nuestros espacios internos están repletos de información de otras dimensiones. Recordemos que la energía angélica está en nuestro interior como parte de nuestro equipo de trabajo.
Los Genios actúan en los distintos escenarios relacionados con los grados del zodíaco, esta es una parte de la enseñanza de la Cábala, pero a Kabaleb le debemos el Estudio cabalístico de los 72 Genios en su magnífica obra Los Dioses Internos (ETU Ediciones), un tratado filosófico de todos los programas angélicos aplicados a la dinámica zodiacal, grado a grado desarrollando cada una de sus funciones acerca de lo que nos ofrece cada Genio en aras de aprovechar todos los recursos que ponen a nuestro alcance. Cuando descubrimos que podemos interactuar con esos estados de conciencia se nos abre un abanico extraordinario de posibilidades de realización y evolución personal. Como decía Kabaleb:
Si nos hacemos íntimos de los Genios de la Cábala, podremos tratar de tú a tú con nuestra divinidad interna, pero mientras solo nos acerquemos a ella con inciensos y cánticos, será señal de que aún estamos muy lejos de esa divinidad que se nos presenta como algo mítico e inasequible, cuando está mucho más cerca de lo que creemos.
Suelen asociarse los Ángeles o Genios tutelares a la posición del Sol en nuestra carta natal; son 3 Genios a los que podemos recurrir para ocuparnos y solucionar las cuestiones que afectan nuestras dudas, los dilemas relacionados con el cuerpo físico, el cuerpo emotivo y el cuerpo mental. Esta información nos conecta con los programas insertados en nuestro interior, igual que en una computadora en que el hardware es el equipo, el bastidor y el software es la parte digital que habilita los comandos para su utilización, si no activamos nuestras herramientas, todo quedará inanimado. Por lo tanto los Genios nos capacitan para aprovechar los recursos puestos a nuestra disposición para que sus aplicaciones puedan funcionar y facilitar la comunicación entre las distintas partes de nuestra naturaleza.
Los 3 Genios del Sol son los que más nos conectan con nuestro programa humano porque el Sol representa la conciencia y determina en gran parte el objetivo de nuestro Yo Superior. Pero hay más Genios en acción, todos los relacionados con cada posición planetaria en nuestra Carta Astral. Así que además del Sol, tenemos a la Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Plutón, Quirón, Lilith y los Nodos.
Con el repertorio completo de todas las habilidades de los Ángeles o Genios adaptadas a cada situación, disponemos de una valiosa información para entender nuestras excelencias y saber con qué contamos. El programa de los 72 Genios especifica la energía, las virtudes, las potencialidades de cada Genio agrupados en 9 Coros, desde los Serafines a los Ángeles. Pero cada uno se manifestará en un escenario diferente, revelará sus cualidades asociadas al sistema planetario y administrará sus recursos de forma diferente, dependiendo si es Marte, la Luna, Júpiter, etc.
Por lo tanto el estudio específico de cada planeta con cada Genio nos dará los detalles de sus posibilidades de interacción. Esta dinámica abre un vasto campo de exploración de los valores que podemos extraer, descubrir y aprender a manejar.
Un nuevo sistema de Sinastrías
La comparación de temas astrales define lo que es una sinastría. En nuestra serie de artículos Sinastrías, compatibilidad entre signos astrológicos abordamos la relación zodiacal entre signos. Para elaborar una sinastría efectiva no basta con comparar signos zodiacales, hay que analizar detalladamente la relación planetaria de una carta con otra para descubrir y entender la clase de correspondencia que se establece entre las personas, su grado de complicidad, sus posibles dificultades y afinidades y la manera de encararlas y resolverlas. Recordemos que la Astrocábala no es un método de adivinación, sino de reconocimiento de tendencias y disposiciones personales, como si se tratara de un mapa de ruta para aclarar nuestro itinerario humano. Con los Genios de la Cábala también podemos establecer estas coordenadas sinástricas y conocer el grado de implicación de una persona en nuestra vida gracias a los cálculos de sus Genios, ver qué nos proponen, como nos afectan, o la empatía que generan en nuestras circunstancias.
Tomemos el ejemplo de una persona cuyo Genio físico del Sol es el número 2, Jeliel, (habrá nacido entre el 26 y 30 de marzo, o tendrá el Sol de 5º a 10º de Aries), es un Serafín relacionado con la máxima expresión del amor, y por lo tanto, a quien nació con este Genio, le aporta una gran cantidad de este mágico carburante que supone llevar la bondad a cuestas donde quiera que vaya. Será una persona amorosa, sabia y atenta a las necesidades ajenas. La sinastría se establecerá conociendo lo que este Sol y Genio activan en la carta natal comparativa, en qué signo y Casa se manifiesta, de esta forma veremos lo que aporta Jeliel a sus circunstancias. Podremos hacer lo mismo con todos los emplazamientos planetarios.
Para ello deberemos saber lo que cada planeta representa, (información que daremos en próximas entregas), el significado de las Casas astrológicas y por supuesto conocer el estudio de los 72 Genios, que representa todo un tratado de filosofía aplicada en este caso a las Sinastrías.
El estudio combinado de los Genios y la Astrología Cabalística resulta de asombrosa utilidad cuando en consulta, además de utilizar las posiciones planetarias, los aspectos, la activación de las Casas astrológicas, desarrollamos el programa de los Genios aplicados a la Carta natal o de Revolución Solar, porque comprobamos como coinciden sus programas y descubrimos un sinfín de posibilidades de realización y conocimiento personal.