Los Genios o Ángeles como procesos internos que orquestan los 4 estados de conciencia de nuestra existencia corpórea, emocional, mental y espiritual.
Espacios internos habitados y productivos
En anteriores artículos de nuestro cuaderno de ángeles hemos definido la energía angélica, como actúa y la manera de activarla e invocarla.
Entendemos como Ángel una vibración interior conectada con la naturaleza holística, ya que todo lo que hay fuera existe dentro y crea un espacio consciente donde manifestarse, -que será más o menos activo dependiendo de la conexión de cada individuo con la energía que le envuelve-; es como quien se siente más vinculado al día o a la noche; quien es más alterable frente al frío o al calor, a los días de lluvia o de sol, en definitiva quien es más sensible a la energía orgónica en la que estamos inmersos.
Todo es parte del gran plan de un universo interconectado y repleto de significado. A los Genios o Ángeles se les atribuyen excelencias, cualidades relacionadas con nuestra educación como seres humanos en periodo de aprendizaje dentro de la Creación de una Obra Maestra en constante evolución.
Los Ángeles son arquetipos, referencias que nos permiten explorar nuestras virtudes en la perpetua necesidad de mejorar nuestra existencia. La tradición ha puesto a nuestra disposición 72 Genios, 9 Coros de 8 Entidades, desde los Serafines a los Ángeles. Cada jerarquía tiene asignado un programa de trabajo relacionado con todas las funciones atribuidas a sus virtudes. Si bien esas entidades o estados de conciencia han elegido un domicilio Zodiacal ocupando cada escenario de 5 en 5 grados para completar la esfera del Zodíaco, (72 x 5 = 360 grados), los Genios no se expresan de la misma manera en nuestros registros internos.
Los Genios y los escenarios internos en los que se manifiestan
El repertorio de los 72 Genios y sus programas, que estudiaremos detalladamente en próximas entregas, se revelan a nuestra conciencia mediante los diferentes registros que detallamos a continuación:
Iluminación
Se considera que la Iluminación está más allá del sentido racional y forma parte de lo que llamaríamos la supra-conciencia, si tuviésemos que ubicarla en algún lugar. Proviene de nuestro Yo superior, de la parte más numinosa de la personalidad conectada con la fuente que habita en otras dimensiones del ser.
Como se describe en el Bhagavad Gita, (textos sagrados hinduistas), es la revelación de la Forma Universal. Assagioli la define como la unidad sintética de toda la realidad y la percepción de una luz que no es física y que asume diferentes aspectos en la conciencia. Para los místicos la iluminación suscita el sentido de gozo y exaltación por toda la Creación.
Revelación
La Revelación es una experiencia resplandeciente desde donde se percibe el sentido último de una experiencia inefable.
Los aspectos de una revelación se manifiestan a través del deseo sublimado. La conciencia experimenta una comprensión instantánea, una especie de exaltación, de expansión que no pasa por la mente racional, que parece estar por encima de la zona de control y que supone un “Eureka” instantáneo.
Intuición
Intuición, del latín, in-tueri, significa ver dentro, por lo tanto la intuición permite sentir desde el interior, captar ese relámpago de información que ilumina el discernimiento sin buscar el método o proceso cognitivo, aunque en ello está implícita la lógica que previamente se abrió camino en la conciencia. No se trata ni de un sentimiento, ni de una sensación, ni tampoco de una deducción intelectual, es algo que parece irracional porque no se basa en primicias establecidas por la razón dialéctica.
La intuición se presenta como un significado completo o intrínseco de certeza que penetra con fuerza, y como diría Spinoza, “la ciencia de la intuición es la forma suprema del conocimiento”.
Imaginación
La imaginación es la capacidad para dibujar en nuestra pantalla mental conceptos que brotan del interior, fruto de la actividad de nuestro hemisferio derecho, el cual se conecta con los sentidos y con la estimulación de los estímulos que recibimos del exterior.
Hay diferentes estados imaginativos, los que provienen de ideas germen, de conceptos establecidos, de sinapsis que liberan un contenido que puede ser reproducido. La imaginación creativa está muy valorada hoy día porque genera un caudal de ideas o “visiones” almacenadas en el subconsciente o en el inconsciente colectivo que, al desarrollarse, permiten que las imágenes conceptuales den luz a todo un abanico de posibilidades creativas, pasando de lo abstracto a lo concreto.
Inspiración
La Inspiración, cualquier abstracción, iluminación, intuición o imaginación pueden generar una alta dosis de creatividad porque permiten sacar a la luz material de los registros de la psique en todas sus fases, desde la infra-conciencia a la supra-conciencia.
La inspiración es un mecanismo que activa la creación y viceversa. Como decía Picasso: "que la musa te pille trabajando". La inspiración, como otras formas de conexión, se estrena y se entrena y puede surgir en cualquier momento cuando el sujeto está habituado a crear. No siempre la inspiración es luminosa o reveladora, todo dependerá de lo que se cueza en el depósito de la psique que registra desde lo más sutil a lo más denso.
Creación
Crear, Bara, para la Cábala, se asocia al acto concluyente de los procesos anteriores. La creación da sentido a todo lo expuesto en cualquiera de sus manifestaciones. Se trate de un poema, de una relación, de una receta de cocina, de una formulación o de la clave para entender el universo, crear es el último acto de la obra que se inició y que pretende exponer sus conclusiones y dar respuestas tangibles que cierran el círculo para reiniciar, después, un nuevo proceso.
Crear es el fin que culmina, que clausura este pequeño tratado, sobre el cual los Genios pretenden influir.
Interpretación
La interpretación es el primer punto del epílogo. Interpretar es pasar a la conciencia el contenido de la iluminación, la revelación, la intuición, la imaginación, la inspiración y la creación. Si bien es un proceso absolutamente subjetivo, permite cuantificar y cualificar lo experimentado en las diferentes dimensiones de lo que el espíritu ha registrado como conceptos, información y aprendizaje. Sin interpretación, no hay conclusión ni comprensión.
Comprensión
Segundo punto del epílogo. Todos los procesos descritos tienen un propósito común y es hacernos más sabios, más conscientes de nuestras enormes posibilidades de conocimiento de quienes somos y de lo que hemos venido a hacer. La comprensión se da cuando la abstracción se revela como una expresión identificable y eficaz. Si ignoramos gran parte de nuestras facultades no somos seres humanos completos. Si no sabemos cómo brota la intuición, de dónde procede la revelación, o somos incapaces de percibir y dilucidar el instante único en que nos penetra la iluminación, estamos infravalorados e infrautilizando nuestro potencial.
La comprensión implica subir varios peldaños en el proceso evolutivo.
Los Genios en nuestras moradas interiores
Cada uno de los Genios activos en nuestro fuero interno se encarga de llegar al material genético, esto es a cada una de nuestras células para provocar, mediante diferentes conexiones y vibraciones, diversos estados de conciencia. Desde lo infinitamente grande a lo infinitamente pequeño, de dentro hacia fuera y de fuera hacia dentro podemos conectar con sus enseñanzas, que tienen el explícito propósito de facilitarnos la exploración de las múltiples etapas de nuestro aprendizaje terrenal.
El conocimiento nos facilita la interpretación, ésta la creación de procesos cada vez más apasionantes para que la inspiración llegue en el momento preciso, imaginando mundos, elementos cada vez más sutiles que nos llevarán al desarrollo de una magna intuición; y alcanzaremos un estado de plenitud, y en un abrir y cerrar de ojos el fulminante rayo de la revelación nos impactará y seremos capaces de alcanzar al fin el último peldaño para descubrir la Verdad: que somos auténticos seres de Luz.