
La Nueva Luna de Capricornio (Enero 2016) |
|
La Nueva Luna en Capricornio cae el día 10 de enero a las 01:32, hora solar y a 19º12’ de este signo. Una Nueva Luna que cae en un signo que marca tendencias. Es la primera lunación del año, y por lo tanto, la que sirve de referencia en gran parte del planeta. Capricornio es el signo asociado a la construcción, es el pilar de la primera edificación tangible, y por ello es necesario escoger los mejores materiales destinados a la cimentación de nuevas realidades. Pero esta conjunción se manifiesta en el segundo decanato de Capricornio y en grado Malkuth, lo que equivale a decir que en este tramo zodiacal, la anticipación será la nota discordante para unos, pero forjadora de ilusiones y de prefiguración de los deseos, para otros; como siempre, todo dependerá de cómo se interpreten los acontecimientos. Los buenos aspectos que forma Júpiter con la conjunción Sol-Luna-Plutón, nos abren un camino repleto de buenos propósitos, siempre y cuando sepamos aprovechar esas influencias; pero los que prefieran sucumbir a los efectos que pueden generar las cuadraturas de la conjunción Sol-Luna con Urano y la permanente cuadratura de Plutón y Urano, vivirán de forma muy diferente las situaciones. |
Un ritual de fin y principio de año |
|
En todo el planeta distintas culturas celebran el principio del año, proyectando multitud de buenos propósitos que, -hay que puntualizar-, muchas veces se quedan en el imaginario personal y, también, en el colectivo. Nos proponemos cambiar pautas, iniciar proyectos, ilusionarnos con esa nueva etapa, que deseamos que sea mejor que la anterior, pero generamos tanta actividad mental y emocional que apenas si nos damos cuenta de que estamos asumiendo una gran cantidad de deudas. Todo lo que proyectamos y no realizamos, se acaba convirtiendo en un embarazo anembrionado, es decir, en un huevo vacío. Hemos plantado la simiente al pensarlo, verbalizarlo, expresarlo, pero no hemos alimentado la gestación de esta y, los objetivos, huérfanos, se quedan sin fuerza y reconocimiento. Para iniciar una nueva etapa, hay que cerrar la puerta a la etapa anterior. Lo vemos lógico cuando se trata de dar carpetazo a una relación o a un trabajo, pero nos cuesta mucho más cuando se trata de otra clase de asuntos. No pensamos conscientemente en lo que eso supone, en la responsabilidad que conlleva hacer un reinicio. Está claro que si no ponemos un punto y final al capítulo cuatro del libro que escribimos, no podremos emprender la redacción del capítulo cinco. Recuerdo una anécdota al respecto, un conocido que llevaba 25 años escribiendo el mismo libro, al que nunca le ponía término, siempre decía que no estaba listo, que como poco, ¡sería un súper ventas!, su intención era publicarlo, ¡pero nunca lo terminaba! |
Cábala: el Apocalipsis |
|
La Cábala, este magnífico tratado del comportamiento humano y divino, contiene un decálogo de buenas nuevas, de buenas maneras, una enseñanza que nos “cae del cielo” para ser aplicada a la tierra de nuestras realizaciones. Uno de los tratados estudiados en Cábala es el Apocalipsis. Fechado aproximadamente a finales del siglo I o principios del siglo II, fue redactado, o más bien transmitido a Juan en la isla de Patmos, y es considerado como el libro más profético y simbólico de todos los libros del Nuevo Testamento. Tal vez no sea el tratado que más alegría contenga, por la cantidad de parábolas catastróficas que contiene, pero su riqueza, su lucidez, la esperanza que subyace en sus escritos, al analizarla bajo la exégesis cabalística, es realmente sorprendente. Siendo objeto de muchas interpretaciones, resulta arduo y complicado leerlo, ¡y sacar provecho sin alarmarse!, pero Kabaleb supo hacerlo de forma magistral. Al ocuparme de su estudio en clases de Cábala, me asombra comprobar su veracidad respecto a los tiempos convulsos que estamos viviendo y que van dando forma a esa “Revelación” que nos transmite, porque apocalipsis significa, precisamente, revelación. |