Boca

La boca es la antesala del corazón; es más tóxico lo que sale del corazón que lo que entra por la boca, decía el Cristo.

Nos permite entender que la abertura que permite al aliento, -letra he, 5- y a la palabra expresarse, mediante la Phe, 17, boca, está directamente relacionada con lo que alberga nuestro centro motor principal: el corazón. El acto de respirar, necham, para la cábala, se alía con los orificios de la nariz, y que corresponde a la zain,(7), como letra que describe el olfato, con todas las posibilidades que contiene. La boca es el receptáculo del Verbo creador, que permite la construcción divina. Entra y sale el aire, inspiración y expiración, hasta el último aliento de vida.

Por otra parte, en el ámbito psicológico, la boca también expresa un estado del desarrollo afectivo: la fase oral en dos secuencias, desde el nacimiento a los 6 meses, la succión; y de los 6 a los 12 meses, el descubrimiento de ciertos placeres asociados a las zonas erógenas.

Soñar con la boca es un indicio de revisión de nuestros actos, de nuestras palabras, de la manera en que enfocamos la vida desde lo inferior a lo superior. Si la boca tiene problemas, o esta enferma, hay que limpiar los canales de transmisión. Una boca cerrada que no se puede abrir: problemas para determinar lo que está bien o nos conviene.

Una boca que no para de hablar: impulsos descontrolados, dispersión o voluntad atropellada.

Una boca que besa: deseos de unión, de satisfacción interior; necesidad de compensación.

Glosario destino