Primer boletín de noticias

Campo de lavanda  con arbol en el centro

Para comprender una carta Astral, hay que calcular, analizar, comprobar muchos datos. Después de 30 años de estudio de esta ciencia, primero de la mano de Kabaleb, he tratado de enseñar esta disciplina, y es con gran satisfacción, que he podido ver avances extraordinarios en las personas que se han dedicado a estudiar su propio tema natal. Hay quien desea dedicarse a ello profesionalmente, y hay quien simplemente busca entender su propia trayectoria de vida mediante todos estos símbolos. Como decía el maestro Kabaleb, la Astrocábala es una  ciencia viva y que evoluciona con el ser humano, y en nada se asemeja a una técnica predictiva. Nadie puede pretender saber de la vida de un ser humano, más que el propio interesado. Esta es una consigna que aplico en todos los casos y en todas mis consultas. Me maravilla comprobar que hay personas que, entendiendo a la perfección esta definición, me dejan perlas de sabiduría con los análisis de sus Cartas astrales.

Este es el caso de Carol, una compañera de estudio que desde hace poco más de un año, empezó a estudiar astrología cabalística en la modalidad on line. Los deberes que suelo sugerir a los participantes son para ayudarles a integrar esa sapiencia. Mi asombro fue grande al comprobar como Carol, en realidad estaba recordando una ciencia antiquísima que sin duda ya había estudiando en algún otro momento de sus existencias, porque de lo contrario, cómo podía interpretar tan bien en tan poco tiempo. Y ella no es la única, muchas otras personas me colman de felicidad al comprobar sus avances y sus magistrales observaciones.

El motivo de este artículo es para rendirles honores, al ofrecer algunas de esas perlas interpretativas, para que los lectores se den cuenta de la profundidad y la valentía de un estudio personal. Gracias.