Consultas genéricas

El aniversario marca un acontecimiento importante en la vida de cada persona. Es el principio de una etapa repleta de nuevas oportunidades. El análisis de la revolución solar se establece en función de ese momento. La posición de los planetas, del Ascendente, de las Casas, de los Genios de la Cábala posicionados en cada planeta de la Carta nos describe un mapa orientativo que nos informa acerca de cómo irán las cosas a lo largo del año. Descubre el potencial o carburante disponible durante el año, la detección de posibles problemas y cómo evitarlos.

Qué es una carta astral y a quién va dirigido

Todo nace en un momento determinado, sea una vida, una empresa o una relación. Todas estas experiencias son susceptibles de utilizar las herramientas que nos brinda la Astrología, y en concreto la Astrología Cabalística.

El enfoque de la consulta cuenta con el análisis astrocabalístico de las distintas posiciones planetarias, del estudio del Árbol Cabalístico y de los Genios de la Cábala. Buscando el origen de los conflictos y proponiendo vías de resolución efectivas. Descubrimos tendencias ocultas de la personalidad, ponemos de manifiesto el potencial dormido, tratando de sacar lo mejor de la personalidad y las herramientas efectivas que puedan asistir a cada persona a salir del atasco. Se utiliza así mismo el enfoque psicológico.

La Carta Astral va dirigida a toda aquella persona o empresa que busca encontrar las claves de acceso a su información interior para sacar lo mejor de cada experiencia.

Tenemos que aclarar que evitamos las predicciones simplistas y determinantes que en nada ayudan al consultante.

Los antiguos se referían a los símbolos numéricos como expresiones espirituales. Existe una profunda y extensa filosofía del número, que se relaciona con el potencial del ser humano. El símbolo numérico proviene del estudio de su vibración. Conocer cuáles son nuestras claves numerológicas personales nos ayuda a descubrir con qué clase de energías contamos y cómo podemos aprovecharlas positivamente. 

Todas las ciencias empíricas se basan y se constituyen en secuencias numéricas pero sin tener en cuenta la hermenéutica del número. Qué ocurre para que la filosofía del estudio oculto de los números haya prácticamente desaparecido y haya sido relegada al esoterismo?  

Todo lo que existe está compuesto por números, por secuencias infinitas de números. Estamos inmersos en un universo en el que la vibración numérica está presente, en la geometría sagrada, en la filosofía, y en todas las ciencias empíricas. La Numerología es una ciencia avalada por las tradiciones más antiguas,  civilizaciones como la Babilónica, la Fenicia y Hebrea. Los padres de esta ciencia afirmaban que el orden numerológico es lo que daba forma a la materia y que los números impares poseían características masculinas y positivas, y los pares características femeninas y negativas y un potencial pasivo de interiorización. Los números poseen una vibración particular y su influencia se extiende a varios campos como son las emociones, las ideas, el sentido espiritual de la vida y la experiencia material de las cosas. El lenguaje numerológico nos habla de la vibración que emitimos y con qué resonancias nos sentimos mejor. 

La interpretación de los sueños

El sueño es una función vital; sin vida onírica no sobrevivimos. ¿Para que sirven los sueños? ¿De dónde vienen? ¿Tienen un sentido? ¿Qué significan? Interpretando los sueños descubrimos quiénes somos detrás del velo de Morfeo.

Los psicoanalistas modernos no fueron los primeros en formularse estas preguntas. En Babilonia, en el Antiguo Egipto, en Israel, en Persia, en la India, en China, en Japón ya se lo planteaban, mucho antes de la aparición de la escritura. Y también se conocían los efectos terapéuticos de la interpretación de los sueños. De este modo, el hombre antiguo daba y encontraba un sentido a sus sueños utilizando el lenguaje de los signos, de los símbolos, de los mitos y de las creencias. Los terapeutas del sueño en el Antiguo Egipto elaboraron un verdadero código moral o deontológico para la práctica de esa disciplina muy similar al sistema elaborado por nuestros psicoanalistas actuales. 

Los neurólogos afirman que la función del sueño resulta de nuestra actividad cerebral y orgánica. Los psicoanalistas freudianos ven en ella efectos compensatorios y fantasmas producidos por la libido, entendido  como energía de los instintos y de las tendencias que constituyen el fondo de la personalidad. Los psicoanalistas jungianos explican que nuestros sueños son portadores de mensajes simbólicos, cuya interpretación es un buen medio para conocernos a nosotros mismos, para orientarnos cuando tenemos problemas, o cuando atravesamos momentos de confusión. 

Cada especialista tiene su forma de interpretar, pero todos coinciden en que los sueños son mecanismos de respuestas de nuestro inconsciente, son nuestra “verdad”, servida en un lenguaje simbólico y su  interpretación favorece la toma de conciencia de muchos de nuestros procesos emocionales y mentales.

Para un buen análisis onírico hay que tener en cuenta ciertos factores que el terapeuta deberá analizar. El método más sencillo consiste en redactar un diario y al despertarse apuntar todos los detalles del sueño. No se trata de cuestionar si aquello es o no creíble, simplemente apunta, escribe y me mandas tu sueño, tu enigma, yo trataré de darte la mejor interpretación.