Saturno y el tiempo
Desde que el mundo es mundo, el tiempo, implacable, nos persigue. Pasan las horas, inexorables, la conciencia de quiénes somos se dilata, nos hacemos más sabios, pero el destino, el tiempo no se detiene. Quien marcó las horas fue el hombre, pero sin duda influenciado por Cronos, (griego) o Saturno,(romano), a este le debemos tan diablesca jugada.
Este es nuestro compromiso con la vida, todo tiene un principio y un fin. Cronos-Saturno nos “condenó” a someternos a los dictámenes de su decreto. Saturno es uno de los grandes protagonistas de nuestra historia. La mitología se refiere a este dios olímpico como el hijo de Gaia, la Tierra y Urano, el Cielo. Saturno representa el orden y su nacimiento contiene las semillas de todo lo que se organiza con el propósito de crear y perpetuar la existencia.
Nos cuenta la leyenda mitológica que Saturno destronó a su padre Urano, como símbolo de la sucesión que debe operarse en toda descendencia. El hijo debe superar al padre para que la rueda de la vida siga su curso. Saturno fue a su vez destronado también por Júpiter, su hijo, para confirmar y consumar el hecho de que lo antiguo tienes las horas contadas y su destino es ser reemplazado por lo nuevo.
Saturno es el firme exponente de la solemnidad, del juicio, de la estructura, de la seguridad, de lo sempiterno. Saturno para la Astrología encarna el principio de la contracción, de la fuerza que cristaliza, que perdura, el límite, el obstáculo a la renovación, pero también la consolidación de objetivos. Su marca es la de hoz, su lema: “lo que siembras, cosecharás”, como esa justicia implacable que acaba cayendo sobre los pobres mortales que tienen el valor de desafiar la labor tan ceremonialmente elaborada.
La fama de Saturno como inhibidor que castra, como lo hizo con los genitales de Urano, su padre Urano, combina con la del viejo sabio o maestro paciente y exigente, que impartirá su justicia divina cuando el caos reine por doquier. Todo depende de como se administra sus influencias y los contenidos de sus enseñanzas.
Por una parte Saturno nos marca el tiempo, el lugar, la necesidad de enfrentarse a los retos y edificar nuestras experiencias a golpes de destino, de dolor, retocando, enderezando el timón, tratando de mostrarnos el valor de las cosas bien hechas, la solidez de nuestras estructuras internas. Medirse con la existencia, ser correcto, discreto y tenaz, son las herramientas de aprendizaje de este arquetipo que parece perseguirnos implacablemente.
Decía el poeta Goethe: “es en la limitación que se muestra por primera vez el maestro”. Asumiendo que la vida acaba desgastando la vida, asumimos la muerte, la integramos, sabemos que tenemos ciertas limitaciones y debemos llevarlas con dignidad.
Pero el mundo no está hecho solo de limitaciones y restricciones, sino también de oportunidades, de objetivos, y si bien Saturno representa la vieja energía, lo que se ha consolidado a base de paciencia y voluntad, nada acaba siendo permanente, todo está sometido al cambio y al final, la energía de Saturno es destronada por Júpiter, la expansión, cuando la limitación, la prudencia, la castración es tal que no nos deja avanzar. Nos toca entonces superar la censura, el sufrimiento, las dificultades, la rigidez extrema que nos lleva a reprimir nuestros impulsos también más sanos.
¿Cómo acompasar o nivelar adecuadamente la energía saturnina?. Sacando de cada enseñanza lo mejor de este planeta tronador y a la vez educador. Medir sin desmedirse. Calcular sin derrochar. Conquistar sin ambicionar desmedidamente.
La presencia de Saturno en una Carta Natal nos descubre nuestras estructuras, la manera en que nos movemos, si nos sentimos cohibidos o somos capaces de llevar las riendas de nuestra existencia. Con qué o con quién nos sentimos inseguros. Si somos constructivos o destructivos, si nos domina, nos castra, nos exige y nos limita, o por el contrario utilizamos su energía para edificar, para mandar, afianzarnos y realizarnos constructivamente.
Saturno representa la autoridad, el padre, el jefe, al que está por encima de uno mismo. Es la imposición, la madurez y el aplomo.
La Astrología tradicional ha dado a este planeta un sentido demasiado adverso. Desde la antigüedad se ha atribuido a Saturno la regencia de Capricornio y Acuario. Más tarde, al descubrir en el cielo el planeta Urano, se otorga a Urano la regencia de Acuario. Nos obstante para la Astrología Cabalística Urano es co-regente de Acuario, dejando la regencia de Saturno a este mismo signo. Por otra parte, la Astrocábala nos introduce a un Binah-Saturno implicado con la ley, de la que emanan todas sus atribuciones, pero responsable del destino y de la operatividad de la creación. Sin los atributos de Binah, que simboliza el conocimiento y la fuerza legisladora, el mundo no existiría.
Binah-Saturno es el tercer Sephirah del Árbol de la Vida y el primero de la Columna del Rigor, de la coherencia de la materia, el que permite que la vida exista y que nuestras encarnaciones se sucedan unas tras otras. La fuerza de este Centro de Vida nos asesora, nos empuja a experimentar para que seamos capaces de consolidar objetivos, pero nos hace más responsables con lo que somos y nos hemos comprometido.
El tránsito de Saturno son de dos años y pocos meses, dependiendo de su retrogradación. Marca pautas de aprendizaje. Resulta muy eficaz cuando hemos perdido el rumbo, cuando deseamos concentrar nuestras fuerzas en objetivos plausibles. Saturno no se anda con necedades, no nos permite perder el tiempo, “su tiempo”. Pero resulta muy incómodo cuando pretendemos crear el caos, cuando no nos sabemos bien la lección y pretendemos obtener beneficios sin haber hecho méritos para ello. Los tránsitos de este planeta van marcando los golpes del destino, pero también la posibilidad de dirigir nuestra vida de forma consecuente, tenaz e inequívoca. No nos deja muchas opciones: o lo hacemos bien, o no lo hacemos.
Saturno en Escorpio
Saturno entra en Escorpio el 5 de octubre del 2012 a las 20:34 hora solar, y permanecerá en este signo hasta el 23de diciembre del 2014, que es cuando entrará en Sagitario, aunque en su marcha retrógrada volverá a Escorpio el 15 de junio del 2015, para salir definitivamente de este signo el 18 de septiembre de este mismo año.
Saturno en Escorpio se infiltra en el mundo de las emociones subterráneas y actúa en el proceso de interiorización de los sentimientos. La densidad de este planeta en un signo de Aguas profundas puede comportarse ejerciendo una especie de presión a la que la personalidad emocional no tendrá más remedio que ceder. Puede generar un perfecto marcaje a los deseos, Saturno los reduce y los concreta en objetivos determinados. Para saber cuál es el objetivo preciso deberá procederse a un examen minucioso del estado cósmico de Saturno, (los tránsitos en aspecto a otros planetas), ver cuáles son los asuntos de su regencia, en qué Casas Terrestres se manifiesta. Pero lo que está claro es que nos “obligará” a sopesar nuestras actuaciones sentimentales, a ser consecuentes con nuestras emociones, a ser justos, precavidos, a obrar en conciencia. Destapará lo que no puede seguir ocultándose y va a moverse para acabar por poner las cosas en orden en todos los sectores que impregne.
Tendremos la posibilidad de perseverar, porque moviliza una tal cantidad de fuerza-deseo tangible, que difícilmente fracasaremos. Nos otorga una naturaleza emotiva abnegada, parca en la expresión sentimental, con tendencia a la soledad y posiblemente también al retiro o la meditación. Siendo el signo que rige Eros y Tanatos, el reino del amor y la muerte, (instintos y renovación), las inversiones, la actividad sexual, se prevén algunos “ sacrificios” respecto a estos sectores. Puede reducir el placer si hemos estado abusando, si hemos gastado más de lo que ganábamos. Generar también impotencia ante ciertas situaciones, que luchemos contra lo establecido, con la impresión de que no conseguimos los resultados deseados.
Pero también nos beneficiaremos de más garantías si sabemos jugar nuestras cartas. Si ahorramos, si establecemos prioridades, si somos consecuentes con nuestros pensamientos. Porque Saturno no es el “malo” de la película, sino el que nos ayuda a no divagar, ni a perder el Norte. Nos obliga a centrarnos.
Sabemos que los “errores” acaban por pasar factura, y es posible que durante este largo tránsito de Saturno por Escorpio tengamos que enfrentarnos a aquellas cosas que hubiésemos podido hacer mejor, o que simplemente no hicimos, y de la cuales nos despreocupamos. Pasar cuentas con nosotros mismos sería de mucha utilidad para comprobar si nos “debemos” algo o se lo debemos a alguien, porque ya se sabe, “quien paga, descansa”.
Como dice Kabaleb, la Ley de Repulsión es la que activa este planeta, destituyendo lo que no es conforme a la dinámica del Yo en la vida exterior, pero sobre todo en el interior. Podemos esperarnos a situaciones kármicas de alto riesgo, como también leyes que se dicten a favor de los oprimidos. Habrá que estar muy alertas ante el pesimismo general, los sentimientos derrotistas, la tristeza y la desconfianza. Todo ello se podrá evitar con unas enormes ganas de vivir, de realizarnos, de promover la justicia, primero en nuestro fuero interno, después en la sociedad, construyendo el mundo con optimismo, y renovando ilusiones.
Saturno en las casas terrestres
Damos un breve repaso a las Casas que activa este planeta, desde la posición del Ascendente, si se conoce, o contando a partir del Sol. Por ejemplo. Una persona Ascendente Tauro o si Tauro es su signo solar, tendrá a Saturno en su Casa VII. Enunciamos las tendencias más generales de este tránsito, tratando de dar una visión más positiva a la influencia saturnina.
Saturno en Casa I: Tiende a reducir las iniciativas, haciendo que los objetivos se restrinjan, se limiten, pero también se concreten. La falta de horizonte puede ser su mayor hándicap, pero también la necesidad de centrarse, de promover cambios muy paulatinos. Voluntad persistente, tenaz, consiguiendo propósitos a base de mucho empeño. Sacrificios personales. Saturno en el Ascendente “obliga” a la personalidad profana a reducir su impulso para atemperar el carácter, permitiendo también el ahorro de energía.
Saturno en la Casa V: Suerte en todo aquello en lo que la persona ha metido su creatividad. Las cosas bien hechas tienen su recompensa. Las estructuras, todo lo que es firme y sólido obedece a la tónica más saturnina, y por lo tanto favorece las iniciativas que se han puesto en marcha. La Casa V es el sector que nos habla de los hijos, las obras, los amores, la suerte. Puede tratarse de unos hijos que sientan la cabeza, de una suerte que tiene que pasar por el tamiz de la experiencia. El funcionariado, las leyes, las escuelas pueden sentirse “acosadas”, pero también puede volver la figura del maestro que daba a sus alumnos las consignas más provechosas para su educación.
Saturno en la Casa IX: El sector de los viajes, del cambio de mentalidad, con Saturno no ofrece demasiadas posibilidades de cambio de rumbo, sino más bien una visión continuista. Aportará a la psique, a la manifestación de los deseos. Hay sin duda restricciones con este planeta, pero también puede expresar su sabiduría, que la gente tienda más al recogimiento y menos al derroche de palabras o gestos.
La expresión es más ecuánimemente. Con Saturno en IX deberían promoverse más obras sociales y la creación de empresas, organizaciones o instituciones que den lugar a un mundo más equitativo. Pero también es cierto que este tránsito puede promover debacles, intolerancia, incluso cierto fanatismo y que la gente opte por lo prohibido, desafiando las leyes. Teniendo en cuenta que España está bajo los auspicios de Sagitario, Saturno le entra en Casa XII, por lo que veremos muchas manifestaciones de rebeldía, de quejas, de separaciones. Siendo que Cataluña, (lugar desde donde escribo esta crónica) es Escorpio, y que esta región corresponde al sector XII de España, esta situación va a dar muchas reivindicaciones, desavenencias, buscando la disgregación. Las leyes que salgan con este tránsito van a ser duras de soportar y la represión está servida.
El realismo aquí se impone al optimismo. Pero, ¿Cómo afrontar este tránsito? Buscando soluciones donde solo se ven conflictos. Lo que tiene que sanarse tiende antes siempre al caos.
Saturno en la Casa IV: Se impone el silencio interior, la austeridad en casa, en la familia, en la personalidad emotiva. Tendencia a no expresar las emociones. Pero también hay una necesidad de cerrar filas en torno al estamento familiar. Es más fácil funcionar de acuerdo con unas normas que no han sido escritas pero que se llevan en el corazón. Fidelidad al amor, a la familia, a los proyectos. Hay una cierta inclinación al sacrificio, a la renuncia de los deseos a favor de lo que la persona “sabe” que tiene que hacer. Se descubren los intereses superiores si hay apertura espiritualidad. Ascetismo, la persona se conforma con lo que tiene y puede ser feliz si sabe positivar las experiencias.
Saturno en Casa VIII: Aquí Saturno está ejerciendo sus poderes en el sector que le corresponde al situarse en Escorpio. La experiencia del cambio es lento, pero inexorable. Las personas mayores, que han decidido irse a la otra dimensión, aprovecharán este tránsito para despedirse. Pero antes aportarán su riqueza experimental y sus conocimientos a quien quiera escucharlos. Hay mucho amor en esta posición, porque hay aceptación, abnegación, capacidad de entrega y escucha. Quien tenga a Saturno en la VIII, que se prepare a escuchar, a comprender verdades, a solucionar problemas no resueltos desde hace tiempo, a escudriñar su universo interior. Ahorrar y reinventarse. Obtener los frutos del trabajo y sintetizar lo más esencial es una de las tareas de Saturno en este sector tan comprometido del Zodíaco.
Saturno en Casa XII: Los compromisos adquiridos se encuentran en estado de máxima cristalización y han sido programados para vivirlos. Más de dos años de rectificaciones y correcciones es lo que les espera a los que tengan a Saturno en XII, aunque la intensidad dependerá exclusivamente de aquellas experiencias que hayamos acumulado y que ya no se desean. Pero lejos de pensar que hablamos de fatalidad, es todo lo contrario. Da la posibilidad de enderezar conflictos, de resolver contenciosos, de liquidar asuntos relacionados con la ley, de pasar cuentas, y quien paga, descansa. Saturno en este sector representa el tercer grado de corrección, indicando que ya no queda más opción que la de cumplir con lo prometido y hacerlo de forma ceremoniosa, sin mucho ruido, pero con mucho resultado. En lo social, tendremos manifestaciones, actos de protesta, enfrentamientos con la autoridad. Los terrenos conflictivos y dramáticos son los elegidos para que la confrontación acabe por poner las cosas en su sitio.
Saturno en Casa VII: El espejo es lo que mejor refleja nuestra imagen y esta es la función del sector VII. Quien manda parece ser el “otro”, pero en realidad le damos poder a un “tutor, guía, o pareja” para que nos ponga la casa en orden. La sociedad está también bajo el dominio de la VII y va a reclamar su lugar, su peso específico. La necesidad de buscar el consenso, la seguridad, la fuerza de todos a la una será muy decisiva. La idea de Saturno es hacer que las cosas vayan según un único criterio. Por lo tanto los que se resisten a los cambios van a encontrar aquí su lugar. Pero otros planetas, como Urano en Aries y Plutón en Capricornio, ya se encargarán de desalojar al propietario que se niega a mantener limpio su patio y a renovar sus instalaciones. Quien encuentre pareja durante este tránsito puede estar seguro que va a tener que ponerse las pilas y pactar. Las luchas entre el deber impuesto y la independencia se manifestarán durante todo este tránsito de Saturno en VII en Escorpio.
Saturno en Casa XI: Los grandes proyectos y los amigos son los que se ubican en este sector. Vamos a poder contar con las ayudas que necesitamos. La comprensión y la seriedad por parte de un sector afín a nuestras iniciativas. Aquí tenemos construcciones internas importantes. Respuestas a las preguntas que nos hayamos formulado. Posibilidad de ejercer nuestro criterio y de convencer de que el proyecto que mantenemos es auténtico y esencial para el esqueleto social. Dispondremos de buenas brújulas que nos marcarán el norte para llevarnos al cumplimiento del designio que nos hayamos propuesto. Habrá que cuidarse de las mentalidades anquilosadas que generan bloqueos en vez de avances y que puede identificarse con el error.
Saturno en Casa III: El pensamiento y la expresión verbal deberían ser mucho más cautos. Esperemos que los medios de comunicación tomen buena nota de lo que su poder mediático representa para una sociedad muy influenciable e influenciada. Secretos. Información reservada, restricciones comerciales. Puede que se hagan al fin las cosas bien si en vez de pensar en lo catastrófico, le damos el valor real a nuestro poder de comunicación. Quien más habla, tendrá ganas de callar y los que hablan lo harán de forma más ponderada y auténtica. Y es que Saturno en la III nos obliga a medir las palabras, a hablar con propiedad, al compromisos colectivo, y a unir a los que saben que tienen algo importante que decirnos. Los exigentes, los que preconizan apretarse el cinturón seguirán estando de moda, pero puede que haya quien tenga más razón y se le escuche, porque también se exigirán más responsabilidades. Quien tenga a Saturno en la III puede necesitar y revindicar el silencio y la soledad como opción para evolucionar. Quien escriba puede buscar más tiempo, mejorar sus escritos y sus discursos.
Saturno en Casa X: El sector de la profesión se impregna de la experiencia saturnina y las exigencias pueden multiplicarse. Para el que está en situación de paro laboral, puede suponerle una ardua búsqueda, pero también la obtención de un lugar de trabajo mucho más seguro de lo que se imaginaba. La posibilidad de elegir el terreno donde ubicarse, de ser jefe, de llevar las riendas de su propia vida, con premios a los servicios prestados, puede ser una faceta que experimente la persona que tenga a Saturno durante más de dos años en este sector. La vida profesional estará sujeta a una providencia o a un karma, con poca libertad de elección, pero con muchas cosas que aprender. La Casa X representa la orientación material y la tutoría. Puede que tenga una persona por encima que le diga lo que tienen que hacer. Pero aprender en estas circunstancias será toda una lección de vida extremadamente enriquecedora.
Saturno en Casa II: En esta posición, la astrología convencional le dedica muy pocas luces a Saturno, ya que ejerce una influencia restrictiva sobre los ingresos e impone la ley del sacrificio. Pero nuestro análisis en clave más cabalístico le otorga otra clase de lectura. Saturno en una Casa de Tierra se siente a gusto y aunque esté en un signo de Agua como Escorpio, -que por otra parte representa el opuesto a Tauro, representante del sector que nos ocupa-. La búsqueda de seguridad propia de la II le va de perlas a Saturno. Por lo tanto, no solo puede restringir las ganancias, sino consolidarlas. Si tenemos en cuenta que este sector nos habla también de valores. Podemos pensar que este periodo le servirá a la persona para afianzarse, para confiar mucho más en sus posibilidades de expansión a largo plazo. A Saturno hay que verlo como un gran protector, porque protege lo que es bueno para nosotros. Considerar este tránsito como nefasto es reducir considerablemente las posibilidades de acción más positiva de este planeta. Un Saturno asegura ingresos sólidos, aunque sea muy conveniente no meterse en especulaciones económicas durante este periodo.
Saturno en Casa VI: Un sector que nos habla de la salud y el servicio va a gestionarse bien con Saturno en la VI si se aceptan los retos, las imposiciones, el trabajo obligatorio. Se trata de prestar atención a lo necesario, no divagar, ni dispersarse. La necesaria vigilancia de las reglas para conservar una excelente salud, tratando de mejorar la calidad de vida, se hace imprescindible. Si no se adoptan ciertas medidas, puede que el organismo se queje. Durante este tránsito es fácil que la persona cambie de dieta, se vuelva más sana en cuanto a deshacerse de hábitos que la perjudican. Saturno retiene, por lo tanto si ingerimos toxinas, éstas quedarán, pero si adoptamos medidas saludables, también se generará el hábito de conservarlas. Puede que se sienta la imperiosa necesidad de comer mejor, menos, bio, dosificando los componentes, reduciendo grasas saturadas, porque el filtraje saturnino se notará mucho. Saturno dificulta la exteriorización y por lo tanto, todo lo que no saquemos al exterior se enquistará. Saturno puede dar la suficiente lucidez como para descubrir donde se encuentra el origen de un problema y que la solución llegue por la vía de la comprensión interior.